jueves, 6 de marzo de 2014

Escapada de Finde


En el diario vivir a veces necesitas escaparte un fin de semana de la cotidianidad de la ciudad. Mi esposo y yo decidimos salir de la ciudad el sábado para alguna actividad recreativa y nos gustó la idea de ir a Dzilam de Bravo. Habíamos escuchado que en la costa Noreste de Yucatán había una extensa variedad de flora y fauna, así que nos lanzamos para allá.

Resulta que en esa zona geográfica hay una reserva natural protegida, tan hermosa como Celestún pero con mucho más variedades de vegetación y sobre todo de fauna (entre aves y otras especies). Durante el paseo en la lancha el mar tenía por tramos diversos colores, a veces verde, otras azul, otras veces rojo y en determinado momento puedes observar el mar dibujado con varios tonos combinados  haciendo un espectáculo multicolor. 


La primera parada es en el Ojo de Agua, éste es un brote de agua dulce en medio del mar; ¿lo imaginas? Yo no podría haberlo entendido si me lo hubieran explicado; literalmente el agua brota de un manantial subterraneo en medio del mar creando un pequeño remolino de agua dulce que alcanza una circunferencia suficiente para nadar en ella. 

 El baño resulta refrescante después de haber navegado por un ratito debajo del sol costero; recarga el cuerpo de energía suficiente para seguir el recorrido que nos lleva a explorar el mangle en compañía de exóticas aves y lagartos durante el trayecto. 

  De pronto la ría se torna densa al pasar por la ruta del mangle y la sensación del momento fue como al ver los reality shows de islas desiertas; en ese espacio de tiempo solo eres tu con el mar, la vegetación casi encima de tu piel traspasando sin permiso los bordes del barquito, las aves y sus cantos que no permiten el silencio. Solemne momento en el que agradeces la oportunidad de ver con tus propios ojos un paraíso natural sin tener que pagar un costoso viaje al extranjero al mismo tiempo que compadeces a los alemanes del barquito de atrás porque vinieron desde tan lejos. 


El última parada es en el cenote de la isla, éste no fue tan impresionante porque como yucateca he tenido la oportunidad de conocer mejores, pero aún así, lo disfruté mucho por la cortesía del guía de bajar unos cocos y abrirlos ahí mismo para que nos refrescáramos con su agua.









El sitio tiene un restaurante en el que puedes comer delicioso a precio decente, ordenamos un pescado frito (boquinete) que se sentía muy fresco y sabroso (debería ser obvio porque el puerto es pesquero, pero a veces hay sorpresas si se espera lo obvio) y un plato de camarones al coco que también conservaba los sabores originales de sus ingredientes. Tomamos cerveza y con ella nos dieron abundante y sabrosa botana que nos hizo desistir de ordenar platillos como entrada.

La experiencia fue muy placentera y altamente recomendable. Si vives en Yucatán, no esperes viajar lejos para conocer maravillas, visita estos sitios fabulosos que son espectáculos naturales muy cerca de ti. 




Más información del sitio en: http://dzilamdebravoyucatanecoturismo.blogspot.mx/?view=sidebar
y Facebook: https://www.facebook.com/Dzilam-de-Bravo-Yucat%C3%A1n-Sayachuleb-353622534810370/?fref=ts

Todos los barcos pesqueros alineados, ofrecen una vista encantadora del puerto 


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