Reflexión de Edna Rueda Abrahams
Y así un día se llenó el mundo con la nefasta promesa de un apocalipsis viral y de pronto las fronteras que se defendieron con guerras se quebraron con gotitas de saliva, hubo equidad en el contagio que se repartía igual para ricos y pobres, las potencias que se sentían infalibles vieron cómo se puede caer ante un beso, ante un abrazo.
Y nos dimos cuenta de lo que era y no importante, y entonces una enfermera se volvió más indispensable que un futbolista, y un hospital se hizo más urgente que un misil. Se apagaron luces en estadios, se detuvieron los conciertos los rodajes de las películas, las misas y los encuentros masivos y entonces en el mundo hubo tiempo para la reflexión a solas, y para esperar en casa que lleguen todos y para reunirse frente a fogatas, mesas, mecedoras, hamacas y contar cuentos que estuvieron a punto de ser olvidados.
Tres gotitas de mocos en el aire, nos ha puesto a cuidar ancianos, a valorar la ciencia por encima de la economía, nos ha dicho que no solo los indigentes traen pestes, que nuestra pirámide de valores estaba invertida, que la vida siempre fue primero y que las otras cosas eran accesorios
❤️
Y nos dimos cuenta de lo que era y no importante, y entonces una enfermera se volvió más indispensable que un futbolista, y un hospital se hizo más urgente que un misil. Se apagaron luces en estadios, se detuvieron los conciertos los rodajes de las películas, las misas y los encuentros masivos y entonces en el mundo hubo tiempo para la reflexión a solas, y para esperar en casa que lleguen todos y para reunirse frente a fogatas, mesas, mecedoras, hamacas y contar cuentos que estuvieron a punto de ser olvidados.
Tres gotitas de mocos en el aire, nos ha puesto a cuidar ancianos, a valorar la ciencia por encima de la economía, nos ha dicho que no solo los indigentes traen pestes, que nuestra pirámide de valores estaba invertida, que la vida siempre fue primero y que las otras cosas eran accesorios
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